...entre gente de diferentes partes del mundo: María Piñero, Marisa Rodriguez, Ana Machado, Patricia Ruiz, Azcucena Vaquero Ventura, Ana Carolina Vigo León, Juan Pablo Speranza, Montse Tchaikovsky, Inés Susana Giannattasio, Klaudialy Zan, Argentina Melgar Siliezar, Silvestre Morán y Mona Rolando Mota. Sin olvidar las palabras inciales que Doris Lessing (Irán, 1919, escritora galardonada internacionalmente con numerosos premios literarios) nos prestó de su maravillosa obra "El sueño más dulce", un relato autobiográfico.
Estamos orgullos@s y agradecid@s por vuestra participación y por la bienvenida a esta Idea Proyecto que nos permite soltar la creatividad de manera colectiva.
Así quedó entonces la Historia sin Fin I:
"Un anochecer de otoño; abajo, la calle era un escenario de pequeñas luces amarillas que sugerían intimidad, y la gente ya iba abrigada como para el invieno.
Mi mente, entorpecida como estaba, no registró el aullido que explotó tras la ventana. Todos miraron hacia arriba.
Paseaba una bonita pareja, se besaban con todo dulzor, la luz brillaba amarillenta con toda intimidad, como si sólo se abrigaran con su pasióny al escuchar el aullido se sorprendieron.
Nisto, um cão latiu e tudo se cobriu de flores amarelas. Veio o azul de uma janela....e fez-se o verde alface. (En esto, un perro ladró y todo se cubrió de flores amarillas. Vino el azul de una ventana....y se hizo el verde lechuga)
Y en aquel momento la magia se apoderó del lugar, siendo un espectáculo majestuoso la mezcla de colores al anochecer entre el azul, el verde, amarillo, naranja y mil colores con los cuales la naturaleza viste esta estación del año que la hace ser tan romántica el caer de las hojas el color oro de los árboles.
Mientras mi mano temblorosa exigía que tus labios mojaran mis ojos para hacerme saber que estabas a mi lado; no lo había soñado nuevamente.
En la tormenta de miradas, el aullido había penetrado en ellas más de lo que eran conscientes. Miraron los cristales de la calle, la ventana rota que liberaba rayos azules de una luz inquietante y buscaban aterrorizadas los ojos de la loba, ojos que habían visto antes y que despertaban en sus pupilas un fuego desconocido y arrebatador.
(Me pregunto qué seré yo entre tanta inmensidad, entre ciclos que se repiten desde y hasta el infinito...voy con la carga del ADN de nuestra historia, que se muere como hoja de otoño y renace cada primavera en mil formas de amarnos).
Y mientras intento vaciar la mente, olvidarme de esa carga y guardar sólo los buenos recuerdos, veo como nace el sol un día más pero este sol sale en otro tiempo, en otro lugar, en otra vida, no logro reconocerme, en mi mente solo resuena un nombre, temo mirarme al espejo y descubrir que no estás ahí recostado en nuestra cama, así que nuevamente cierro los ojos . . . y sueño .
Sueño porque al despertar tu respiración dé aliento a este alma, que al despertar me endulces en un beso sin igual, por eso mejor sueño así anticipo con ansias el deseo de llamarte mío, el deseo de ser de ti, que sólo por un momento nos convirtamos en uno pero respiras tan lento, que aunque a mi lado sueño sin tenerte, tan frío, habrá? cabida para mí en tus sueños, o será mejor conformarme con nosotros dos en los míos?.
Será mejor que sólo recueste mi cabeza junto a la tuya, rodeo suave y detenidamente tu pecho y mi respiración se hace la misma que la tuya, no despiertes, aún no, déjame olerte, déjame tenerte."
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